Nostálgica, bella y con encanto, así es nuestro siguiente destino, Lisboa

Lisboa, la vibrante capital de Portugal, sigue siendo a día de hoy uno de los destinos más fascinantes de Europa. Con su mezcla única de historia, modernidad y cultura, esta ciudad encantadora atrae a viajeros de todo el mundo. Desde su icónica arquitectura y sus calles empedradas hasta la calidez de su gente y sus deliciosas ofertas gastronómicas, Lisboa promete una experiencia inolvidable. 

En este viaje de celebración de nuestros quince años, te llevaremos a explorar los mejores rincones de la ciudad y todos los exquisitos platos que no te puedes perder para captar el auténtico sabor de Lisboa. 

Abre bien los ojos…¡que comenzamos nuestra ruta!

El encanto de la ciudad de las siete colinas

Lisboa es una ciudad llena de encanto e historia, pequeña y fácil de recorrer a pie. Esta ciudad está construida sobre un conjunto de colinas; São Jorge, São Vicente, São Roque, Santo André, Santa Catarina, Chagas y Sant’Ana, desde donde podrás ver la ciudad en sus diferentes perspectivas. Pero para no empezar la casa por el tejado, primero iniciamos la ruta a pie de calle.

• Nada mejor que comenzar a conocer la ciudad en la Plaza del Comercio (Praça do Comércio). Una majestuosa plaza a orillas del río Tajo desde la que podrás disfrutar de las vistas al puente 25 de Abril y el imponente Arco de Rua Augusta.
• Desde la plaza, siguiendo por la Rua Augusta, caminarás entre los elegantes edificios del barrio de Baixa, hasta llegar al barrio de Chiado, uno de los más emblemáticos. Es un barrio bohemio, lleno de librerías y cafeterías históricas como A Bralieira, donde podrás tomarte un café con la estatua del poeta Fernando Pessoa.
• En la zona centro, otro de los indispensables es el Elevador de Santa Justa, del siglo XIX, desde donde se pueden ver una de las mejores vistas del centro de la ciudad.
• Pasea una tarde por el barrio de Alfama, el más antiguo de Lisboa, de calles estrechas y empinadas llenas de historia y casas de fado. Aquí no puedes perderte la Sé de Lisboa (Catedral), el mirador de Santa Luzia con unas preciosas vistas al río Tajo, el mirador de Portas do Sol,  y el Castillo de San Jorge (Castelo de São Jorge).
• Otro indispensable es la Torre de Belém, uno de los monumentos más icónicos de la ciudad. Una torre defensiva que se convirtió en Patrimonio de la Humanidad en 1983. Además, por sus alrededores podrás disfrutar de un paseo muy agradable a orillas del río.
• En tu viaje no puede faltar un recorrido en el mítico tranvía 28. Para llegar a muchos de los miradores y zonas más altas de Lisboa, te recomendamos coger el tranvía amarillo número 28 y transladarte a otra época mientras recorres la ciudad.

Sabores auténticos y platos con historia

Lisboa no solo es conocida por sus calles empedradas, tranvías antiguos y vistas panorámicas, sino también por su increíble oferta gastronómica. La capital de Portugal cuenta con una rica tradición culinaria que fusiona lo mejor de la cocina mediterránea con influencias de sus colonias pasadas. En Lisboa, los sabores son auténticos, y cada plato cuenta una historia ligada al mar, a la tierra y a la cultura portuguesa.

Siéntate en la mesa, tenemos el menú preparado.

• Bacalhau à brás: El bacalao es el plato por excelencia y en esta versión, deleita tanto a los amantes de este pescado como a los que no. Este plato lleva bacalao desmigado mezclado con cebolla, ajo, patatas paja, huevo y se acompaña de aceitunas negras.
• Caldeirada de peixe: Es un plato tradicional que nació antiguamente para dar uso a todos los pescados que no podían utilizarse para la venta. Hoy en día, los pescados que se suelen echar a la caldeirada son merluza, rape y rodaballo. Se cuecen en la cazuela junto a patatas, cebolla y pimiento rojo o verde.
• Feijoada: Es un plato típico de Portugal elaborado a base de judías estofadas con carne de ternera o cerdo, y se sirve con acompañamiento de arroz o col.
• Francesinha: Si quieres probar este sándwich lleno de sabor, asegúrate de hacer espacio en tu estómago. Entre las rebanadas de pan hay diferentes tipos de carne, queso fundido que cubre el sándwich completamente y aderezado con una salsa especial hecha de cerveza y tomate. ¡Contundente!
• Pasteis de Belem o Pastéis de nata: Ninguna visita a Lisboa está completa sin probar los pastéis de nata, pequeñas tartas de hojaldre rellenas de una suave y cremosa crema pastelera. Puedes disfrutarlos en cualquier pastelería, pero en La pastelería de Belém los pastéis se hacen siguiendo una receta secreta desde 1837. Apetece probarlos, ¿verdad?
• Ginjinha: Para terminar cualquier comida con un toque dulce, prueba una copita de ginjinha, el licor de cereza típico de Lisboa. Se sirve en pequeños vasos y se puede pedir "com" o "sem" (con o sin) una cereza en el fondo del vaso. Hay varios lugares donde puedes tomarlo pero el más famoso es A Ginjinha Espinheira.

Aunque podrás disfrutar de estas delicias en diferentes restaurantes de la ciudad, te recomendamos pasearte por el Barrio Alto o Cais do Sodré. En el Barrio Alto, encontrarás restaurantes con comida portuguesa moderna y bares con música en vivo. En Cais do Sodré, la Rua Nova do Carvalho (conocida como la “Calle Rosa”) ofrece una variedad de opciones gastronómicas y locales de moda para una noche inolvidable.

El clima, por capas

El clima de Lisboa es mediterráneo, lo que significa que encontrarás inviernos suaves y lluviosos y veranos cálidos y secos. En general, llevar ropa en capas es la mejor opción para adaptarse a los cambios de temperatura que se suceden a lo largo del día. Eso sí, dependiendo de la temporada hay imprescindibles que no puedes dejar de meter en tu maleta.

Primavera: Los días son agradables y soleados, aunque puede haber lluvias ocasionales. Lleva ropa ligera, pero también una chaqueta por si refresca.

Verano: El verano es cálido. Los días son soleados y secos, por lo que es ideal llevar ropa fresca y ligera, sombrero, gafas de sol y protector solar. Ser turista todo el día tiene sus consecuencias bajo el sol, ¡no lo olvides!

Otoño: El clima es suave, aunque los días suelen ser agradables, puede haber lluvias. Lleva ropa ligera de día, pero con una chaqueta o impermeable para las noches frescas y posibles lluvias.

Invierno: El invierno es templado. Aunque no hace mucho frío, es recomendable llevar ropa de abrigo ligera y paraguas, ya que es la estación más lluviosa.

Lisboa te enamorará a cada paso. Ya sea recorriendo sus barrios históricos o degustando sus platos más icónicos, Lisboa te dejará con ganas de volver una y otra vez. ¿Serás tú quien disfrute de la magia de esta ciudad? Síguenos en nuestras redes para averiguarlo, y ¡recuerda!, si no es esta vez, todavía nos quedan muchos destinos por sortear. ¡Buena suerte!

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