Mar, montaña y ricas ensaimadas, enamórate de Mallorca, ¡la quinta parada de nuestro viaje!

La mayor de las Islas Baleares es una joya del Mediterráneo, un lugar donde mar y montaña crean un paisaje de ensueño. Mallorca ofrece una gran experiencia con sus recónditas calas de aguas turquesas, la Sierra de Tramontana y sus pueblos de cuento. Por si estos motivos fueran pocos para visitarla, la ensaimada, emblema de la gastronomía local, es el postre perfecto donde colocar las velas de nuestro decimoquinto cumpleaños. Y para cerrar la celebración, qué mejor que disfrutar de la vibrante noche mallorquina. 

Entre el Mediterráneo y la Sierra de Tramontana

En Mallorca, el mar abraza una tierra llena de belleza natural y patrimonio cultural. Para no perderte nada, desplazarte con libertad y acceder a cada rincón, te recomendamos alquilar un coche en el aeropuerto de Palma. 

Comenzamos la ruta:

• Palma de Mallorca: la capital es un cóctel de elegancia y tradición. La imponente Catedral de Santa María, conocida como La Seu, cuenta con las aportaciones de artistas como Gaudí y Barceló. La historia también vive en Can Joan de S'Aigo y Forn des Teatre, el Passeig des Born, el castillo de Bellver...  y duerme por la noche, cuando la fiesta nocturna despierta con fuerza.
• Los pueblos con encanto son muchos. Valldemossa, con su famosa Cartuja; el tranvía de Sóller; Deià, con su paisaje patrimonio de la Humanidad; el casco antiguo amurallado de Alcúdia; Pollença y sus 365 escalones del Calvario; Fornalutx, uno de los pueblos más bellos de España… La lista es larga, pero en algún momento debemos parar para darnos un chapuzón.
• Con las calas nos sucede como con los pueblos: es complicado elegir. Son tesoros escondidos entre rocas y vegetación, presentados por guijarros o arena blanca, y bañados por aguas turquesas o tan cristalinas que los barcos parecen flotar. Sa Calobra, Cala Mitjana, Es Trenc, Cala Agulla, Caló des Moro… Visítalas y descubre la cala a la que siempre querrás regresar.
• Para los amantes del arte y la cultura, tres museos: la Fundación Juan March, Es Baluard y la Fundación Joan Miró. Tampoco puedes perderte las Coves del Drach, con su impresionante lago subterráneo, ni el Santuario de Lluc.

Saborear sin remordimientos

La gastronomía mallorquina es variada, sabrosa, saludable por la presencia de verduras y con frecuencia, contundente por las tradiciones de la sierra. Te recomendamos:

• La coca de trampó, una especie de masa de pizza crujiente cubierta por tomate, cebolla y pimientos rojos, verdes y amarillos.
• El variat es el plato ideal si no os ponéis de acuerdo en qué pedir para compartir. Una ración suele llevar ensaladilla, pica pica de sepia, albóndigas y algo empanado como croquetas o calamares fritos. 
• En otoño es típico el arroz brut: arroz bañado por un caldo de carne, verduras, setas y especias. 
• El pa amb oli es una institución, sencillo pero rico: pan moreno mallorquín cubierto con embutidos, quesos, verduras…
• Y para culminar, quién puede negarse a una ensaimada, esa suave masa enrollada en espiral, con decenas de rellenos distintos, a cuál más rico, y cubierta por azúcar glas. 

En esta lista no pueden faltar la sobrasada, el frit mallorquí, el tubet, el gato de almendra, la coca de patata… Te animamos a probarlos todos y, para disfrutarlos sin remordimientos, nadar en el Mediterráneo o caminar por la Sierra de Tramontana. 

300 días de sol

El clima de Mallorca es uno de sus mayores atractivos, con unos 300 días de sol al año y escasas lluvias. 

En primavera, lleva ropa ligera, una chaqueta para las noches y buen calzado, ya que es una buena época para hacer excursiones por la montaña. Al igual que en invierno, cuando, con temperaturas de entre 6°C y 15°C, necesitarás un buen abrigo, especialmente al caer el sol. 

Los veranos son calurosos, alcanzando hasta los 40°C en algunas zonas, así que no olvides prendas cortas, sandalias y sombrero. En otoño, lleva tanto jerséis como bañador (la temperatura del agua sigue siendo agradable para quienes no son frioleros).

Al preparar la maleta, considera no solo la estación del año, sino también tus planes, ya que las temperaturas varían entre la costa, más cálida, y la sierra, más fresca. Teniendo esto en cuenta, estarás preparado para todo en Mallorca. Todo… menos decirle adiós.

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